Es tiempo de valorar el Mundo de nuestras Aguas Internas y Externas, de reconocer que la Madre Agua es la que nos hace germinar la pureza de la vida.
Siempre que tengamos la posibilidad de beber Agua de una vertiente natural lo debemos hacer. Si no es posible, podemos filtrarla y vitalizarla de una forma sencilla.
Primeramente, se debe limpiar a MamaYaku de los químicos, con un Filtro Natural. Luego para vitalizarla usar tres cristales, cuarzo de montaña, cuarzo rosa y amatista, en lo posible también oro y/o plata, se puede colocar todos o uno de ellos. Antes, hay que lavar los cristales con agua y un poco de sal, para seguidamente cargarlos con la energía del Padre Sol durante dos o tres horas en el día. Después, los colocamos dentro del recipiente en la Madre Agua, y lentamente la giramos con movimientos circulares hacia la derecha, como el número nueve, produciendo un remolino, de manera que se abran sus moléculas y absorban la energía cargada en los cristales.
Luego hay que Orar a MamaYaku, desde nuestro corazón, agradeciéndole y expresando desde el vientre nuestros sentimientos puros. Cuando sentimos que la Madre Agua ha recibido estos sentimientos armónicos, vamos a girarla hacia la izquierda, como el número seis, para cerrar esa energía.
Al momento de beber el Aguita, con la actitud de gratitud y respeto, la podemos verter en un vaso, a manera de una caída de cascada, así entrará en contacto con el espacio sagrado que hemos creado, para que conscientemente MamaYaku forme parte esencial en nuestras vidas.
PIEDRITAS SANADORAS
Para entrar en Conexión con el Espíritu de la Piedra Sanadora, primeramente debemos lavarla con Agua filtrada o de una fuente natural. Luego debemos despertarla, para esto, primero hay que dejarla 3 o 4 horas bajo los rayos del Padre Sol, para que tome su energía. Luego, debemos poner la piedrita en un recipiente con agua y hacer una oración de cariño a MamaYaku, diciendo, Madre Agua despierta a la piedra, piedrita despiértate por favor. Cuando sintamos que está lista, tomamos la piedra entre las manos y podremos apreciar que tiene un calor, un pulso, entonces ya la tenemos activa!. Después hacemos un hueco en la Tierra, donde lleguen los rayos del Padre Sol y la sembramos por 1 a 3 días. De ésta forma, la piedra se regenera y empieza a crecer su energía sanadora. Cuando tengamos que liberarnos de una emoción pesada, colocamos la piedrita en el vientre 15 minutos, y con la respiración vamos botando lo que sentimos, también se puede poner en la cabeza de 3 a 5 minutos, para que nos ayude a liberar esos pensamientos negativos.
A la piedrita también le debemos agradecer por su ayuda, a ella le gusta mucho el cariño, entreguémosle ternura con nuestras manos y con nuestras palabras
Hallalla!
Maestro Ñaupany
MUNAYSUYU es una Reserva, Templo y Escuela del Saber Ancestral Solar Inka donde se realizan Iniciativas Ecológicas, Culturales y Espirituales.